sábado, 14 de abril de 2012

Miscelánea

La entrada de hoy es un poco a modo de recopilación de cosas que hemos aprendido en clase sobre las distintas opciones que ofrecen las MT. Que no son pocas…
Esta entrada me es especialmente útil a mí personalmente para ir de algún modo organizando lo que voy aprendiendo. No son cosas muy complicadas, pero mejor tenerlas todas juntas agrupadas.
A continuación enumero cuáles son esas cosas que he ido aprendiendo:

Ø  Herramientas → Opciones → Delimitadores: sirven para que el traductor establezca sus propias reglas de segmentación.



Ø  Herramientas → Contar palabras / Análisis: esta opción es bastante útil, por ejemplo, a la hora de realizar el presupuesto de una traducción, ya que te permite calcular datos estadísticos como contar palabras o contar el número de coincidencias parciales, exactas o no coincidencias, en el caso de segmentos para los que no se hayan encontrado coincidencias en la MT.
Ø  Traducción → Pretraducción y Pseudotraducción: la primera de ellas te permite hacer una versión de prueba o posible traducción antes de la definitiva. La pseudotraducción es para el reconocimiento de caracteres en lenguas con alfabetos no latinos, permitiéndote comprobar si la codificación está funcionando.
Ø  Opciones → Entorno → Autopropagación: la pestaña Entorno te permite ver cómo funciona la MT con cada segmento. Con la opción Autopropagación se inserta la traducción actual en todas las demás instancias del mismo segmento al pulsar Ctrl + Shift. Se ve marcado con un tick.

      Durante el proceso de traducción, al unir segmentos podemos encontrarnos con frases que contienen códigos ocultos, atenuados, que son, en realidad, marcas sustitutivas de códigos de formato del texto original y que aparecen en forma de números entre llaves, p.ej. {1}. Si un código se elimina, aparecerá un símbolo de advertencia entre los segmentos de origen y de destino.
     Para eliminar el símbolo de advertencia, primero hay que copiar el código del segmento de origen en el segmento de destino.

Después, se pulsa Ctrl + Shift de nuevo y el símbolo desaparece.

Y esto es todo por hoy.

domingo, 25 de marzo de 2012


Seguimos trabajando con memorias de traducción, que son el grueso de la asignatura. En concreto durante la última clase estuvimos viendo corpora paralelos. Si anteriormente habíamos trabajado con OmegaT; esta vez fue el turno de DejàVu (gratuito). En un corpus paralelo aparecen el texto origen y su traducción alineados.
Y éste fue el nuevo concepto que ha pasado a engrosar la lista de conocimientos adquiridos sobre Informática: la alineación.
Alinear es comparar el texto origen con su traducción haciendo coincidir los segmentos correspondientes y uniéndolos como unidades de traducción.  Y eso fue lo que estuvimos practicando.
No es complicado, es un procedimiento fácil. Tanto, que hasta yo, que para estas cosas soy poco ágil, supe hacerlo bien y enterarme. El único problema que puede surgir a la hora de alinear un texto, es una falta de correspondencias al dividirse un segmento del texto origen en dos en la traducción. Esto ocurre por ejemplo con los dos puntos, que automáticamente se considera que dividen dos segmentos. Pero es un problema que se solventa fácilmente con las herramientas para modificar segmentos y que te permiten unir, separar, borrar etc.
Creo que está de más recalcar la importancia de las herramientas de alineación, pero no obstante puntualizo que el tener la traducción en paralelo es una gran ventaja. Es una forma de tener bien organizados los textos, que además te ahorra mucho tiempo.
Por cierto, ahora que me doy cuenta, Linguee, herramienta que yo uso bastante a la hora de hacer traducciones, ¡utiliza la alineación! Nunca me había percatado...
Me gustaría acabar haciendo mención a las distintas herramientas de alineación. Nosotros en clase vimos DejàVu y WinAlign, incluida ésta última en el paquete de Trados. Pero también existen otros de código abierto, como Bitext2tmx, para programas de memorias de traducción que no cuentan con un alineador de textos propio.
Ah, existe un formato estándar para las memorias de traducción: TMX. Bueno saberlo…

jueves, 22 de marzo de 2012

Jaque mate a la traducción humana.


No corren tiempos favorables para la traducción tradicional. Para la traducción tal y como se ha entendido toda la vida: la realizada por una persona. Me parece un tema interesante. Y es que hay debate.
Tras haber visto en clase la Traducción Automática y las Memorias de Traducción, se me antoja oportuno abordar el tema y plantear la polémica.
Vaya por delante que para mí el traductor de carne y hueso… ¡es insustituible!
El Traductor Automático nace como herramienta de ayuda al traductor. La traducción se realiza a través de un software, sin que medie el traductor. La primera ventaja de este método parece evidente: la rapidez. Lo que a un traductor humano le podría llevar dos horas, el traductor automático lo hace en menos de lo que canta un gallo. Además, otro punto a favor es que el traductor automático admite cualquier tipo de texto; le puedes meter un texto totalmente nuevo. Sin embargo, la reacción habitual al producto elaborado por el traductor automático suele ser la insatisfacción. Falta de concordancias, errores sintácticos, terminología inadecuada… Y me quedo corta. El grado de fiabilidad es muy bajo. Digamos que nadie daría un duro por una traducción que se haya realizado de este modo. Y es que la traducción automática tiene sus limitaciones. Son sistemas de traducción automática estadísticos; no piensan: no quieren ni pueden entender ni desmenuzar la información que están tratando.
Yo lo equiparo a un loro. Un loro bilingüe. Repite lo que dices en otro idioma; simplemente. La misma estructura, el mismo orden de palabras; pero en otro idioma. No se tiene en cuenta el contexto, la intención o el estilo. Pero es que no se le pueden pedir peras al olmo; que para algo estamos los traductores; que sí contemplamos el contexto, la pragmática etc.
En cambio, sí que me gustaría romper una lanza a favor de las Memorias de Traducción.
 ¿Y por qué ellas sí y el traductor automático no? Muy fácil: porque en ellas interviene el factor humano. Las memorias de traducción sí que ofrecen productos de calidad. Productos a los que yo sí trataría de traducciones propiamente dichas. Como bien indican en la página de OmegaT (http://www.omegat.org/es/omegat.html), esta herramienta no traduce por nosotros (aclarando que el software encargado de esto es el traductor automático; del que acabo de echar pestes). A continuación se ofrece una lista con las ventajas que ofrece esta herramienta, de entre las que yo destacaría como la de mayor relevancia la de la propagación de coincidencias; que es, básicamente, el sistema que emplea la herramienta. Va almacenando textos, creando una especie de base de datos, de forma que cuando trabajamos con un texto nuevo, pero eso sí, de temática afín a uno ya traducido, la memoria de traducción nos ofrece las traducciones almacenadas que coincidan. Son especialmente útiles para textos que sean muy repetitivos, para actualizaciones de cualquier tipo de publicación técnica, ampliación de equipos ya existentes, o reformas de leyes, reglamentos… Pero lo que es más importante es que hay un ser humano detrás de la traducción, que ésta no se reduce al mero sistema estadístico. Porque yo veo indispensable que la traducción sea un producto pensado; un producto fruto de una elaboración. Que no surja de apretar un botón en el ordenador. Una de mis máximas en la vida es que todo lo que está bien hecho, su tiempo ha requerido. Una pizza casera, con una masa casera y unos ingredientes cuidadosamente añadidos, nunca será igual de rica que una que se compra ya hecha. Pues con la traducción ocurre lo mismo. El traductor automático no dará nunca una traducción tan buena como la que un esmerado traductor pueda ofrecer.
En resumen: a la ayuda de las Memorias de Traducción; NO a las chapuzas de la Traducción Automática.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Uno para todos, y todos para uno: el crowdsourcing.


El crowdsourcing consiste en externalizar una tarea que tradicionalmente ha venido realizando una agente específico a un grupo mucho más grande. Más o menos.


Dos cabezas siempre piensan más que una. Y cuantas más cabezas, más ideas, más puntos de vista, más variedad. El crowdsourcing es una revolución nacida del desarrollo de la web y la tecnología y que consiste en una traducción participativa.
Este novedoso modelo de trabajo se da cuando confluyen tres variables:un proyecto, la red, y la participación:
He estado hurgando por la web, y rebuscando sobre este tema del crowdsourcing, y he encontrado varias definiciones e ideas relativas al tema en cuestión que me parecen interesantes. Aquí las comparto y comento:
1.      "Undefined audience with desirable characteristics to contribute": voluntarios, usuarios, empleados etc. Distintos participantes con el fin de crear una traducción completa.
2.      "Democratic way to organize collective knowledge of the thousands": Es una manera de poner en común la opinión de un grupo muy heterogéneo de personas. Ventaja: es muy enriquecedor.
3.      "Mission to affect the world in a positive way": De esta forma se podría explicar la motivación que lleva a la gente a colaborar como voluntario en una traducción colaborativa.
4.      "Management of the final quality": En el crowdsourcing hay un profesional que se encarga de velar por la calidad del producto final haciendo la revisión de la traducción gestada mediante los colaboradores.

Y hasta aquí mi somera contribución a modo de pincelada sobre este nuevo modelo de trabajo.
Como colofón al tema, me gustaría puntualizar que, al margen de estar a favor o en contra de este sistema de trabajo, hay que reconocer que es un sistema bastante altruista. Muy loable.

martes, 20 de marzo de 2012

OpenProj: una mano amiga.


Hace poco tuvimos que hacer un ejercicio de Gestión de proyectos de traducción. Como he tardado en darle vida al blog no hice comentarios al respecto; pero ahora, me alegro de no haberlo hecho, porque hemos descubierto OpenProj y para mí ha pasado a desbancar automáticamente al más mundano Excel (sin acritud).

Esto es como cuando entras en una tienda y ves una camiseta que te encanta y te la compras. Pero luego entras en la tienda de enfrente y ves otra que te gusta más… Pues con OpenProj me ha pasado lo mismo. Tanto es así, que ya me lo he descargado (www.sourceforge.net) y ahí está en mi escritorio dispuesto a echarme un cable siempre que lo precise. Veamos cómo se puede gestionar de manera provechosa la labor del traductor, y de qué forma OpenProj puede resultarnos de utilidad:

Para empezar, hay que tener en cuenta que en el proceso de traducción intervienen varios actores que desempeñan diferentes tareas: traducción, corrección, revisión, DTP… De ahí que sea fundamental saber organizarse, dividirse las tareas y gestionar el tiempo. De no ser así, el resultado podría ser nefasto. Por tanto, para la gestión del proyecto, primero hicimos una planificación, después la asignación de recursos, y finalmente un análisis de superposición de tareas. El objetivo de ésta última es economizar tiempo (que a nadie nos sobra, por cierto), de forma que pueda haber dos trabajadores trabajando al mismo tiempo para acelerar un poco la cosa.

A todo esto, la información la íbamos consignando en las famosas tablas de Excel, fáciles y sencillas y para toda la familia. Ideales para mentes obtusas, como la mía. Pero cuál fue mi sorpresa cuando el otro día en clase la profe nos habló de OpenProj, una herramienta justamente diseñada para controlar y definir el tiempo invertido en cada tarea o etapa de un proyecto (con extensión .pod). Para ello, emplea diagramas de Gantt, muy cómodos y funcionales para disponer de un diagrama de tiempos. Entre sus ventajas, OpenProj te permite supeditar el inicio de una tarea a la consecución de la predecesora, como queda reflejado en el diagrama. En Excel no es tan fácil visualizarlo, porque no hay diagrama. Así que, a partir de ahora, yo me quedo con este nuevo descubrimiento, que aunque aún no lo controlo muy bien, todo será cogerle el tranquillo. Tengo que seguir investigando; porque había una opción para cambiar el tiempo de trabajo, en caso de que no se quiera trabajar entre semana algún día… A continuación, una muestra de un proyecto con las tareas gestionadas por OpenProj.

lunes, 19 de marzo de 2012

¡Manos a la obra con el blog!

La Informática de Paula es el nombre que le he dado al blog creado para la asignatura de Informática Aplicada a la Traducción.
Mi nombre es Paula Fernández Álvarez, y el objetivo de este blog será el de llevar una especie de cuaderno de bitácora en el que iré haciendo una apreciación de los contenidos dados en clase y una valoración de lo aprendido. Por tanto, intentaré ser lo más crítica posible aportando regularmente mis opiniones personales y subjetivas sobre los temas que vayamos dando en clase.
Mis expectativas en cuanto a la asignatura son altas. He de confesar que la informática y yo nunca hemos sido compatibles. No nos llevamos bien. Con esta asignatura no pretendo que eso cambie; pero lo que sí pretendo y espero conseguir es una mayor habilidad y conocimiento de la informática en lo relacionado a la traducción. Soy consciente de que hoy en día la informática ha invadido nuestras vidas y es casi imprescindible, por no decir taxativamente que sin ella no podríamos vivir… Y como no se puede vivir de espaldas a la realidad… toca renovarse o morir. ¡A ponerse las pilas se ha dicho!